Blog

Seguro que en más de una ocasión has escuchado hablar del principio de pájaro en mano dentro del paradigma effectual y si no lo has hecho, es porque te perdiste este miniconsejo emprendedor “Tu principal Recurso … Tú” de mano de nuestro Director, José Manuel Sánchez.

Pues bien, a este principio que te invita a reflexionar sobre tres aspectos: quién eres, qué sabes hacer y a quién conoces, yo, desde mi humilde salón, me atrevo a incorporarle uno más ¡VALÓRATE!

De poco te va a servir hacer esa reflexión personal si no consigues ponerla en valor, posicionarte y transmitirle al mundo que estás aquí para ayudar, para ayudarlo a cambiar, a crecer y mejorar.

Hablando con algunas de las personas que pasan por el servicio de asesoramiento, me he dado cuenta de que, muchas de ellas, quieren hacer cosas, tienen ideas o proyectos con mucho potencial, pero, a la vez, parece que tienen miedo de comenzar a caminar. Con este miedo, no me refiero al económico, ni al de la responsabilidad que conlleva su puesta en marcha. Si no miedo a decirle a sus clientes “aquí estoy yo para solucionarte tu problema” o miedo a que su competencia, comience a verlo/a como eso, como COMPETENCIA. 

Les da reparo salir a la calle a hablar con posibles personas que responden al perfil de su segmento de clientes, principalmente porque piensan ¿cómo va a dedicarme a mí 10-15 minutos de su tiempo? Y ya si sus clientes son empresas ¡ni te cuento! Sus caras se transforman cuando le recomendamos reunirse con la persona responsable.

Una vez que, tras mucho esfuerzo dan el paso, lo consiguen y casi están terminando el plan de empresa, llega el momento de hacer números ¡otro dilema!… ¿Un sueldo? ¿y cuánto me pongo? ¿eso es mucho, por este trabajo, no? ¡Error! Si ni tú mismo/a eres capaz de valorar tu trabajo, del que pretendes vivir y por el que te tienen que pagar, no esperes a que lo hagan los demás…

¿Y sabéis qué? Que para poner en marcha un proyecto, por sencillo que parezca, no solo hace falta tener muchas ganas, conocimientos, contactos y dinero, como piensan algunas personas, sino también mucha VALENTÍA (sin necesidad de etiquetarnos como superhéroes o superheroínas) porque el miedo, a veces paraliza y hace que abandones la meta incluso antes de comenzar la carrera.

¿Qué te parece si a partir de hoy te valoras un poquito más?

María José Pérez Narváez Técnica UCA Emprende