“Un viaje de mil leguas comienza con un solo paso”. Esta afirmación se atribuye al filósofo oriental Lao Tse allá por el siglo V a.c., el controvertido personaje que ha dado cuerpo al taoísmo y cuya historicidad es tan discutida.
La expresión en sí misma es un alarde de sencillez, y no ha dejado de tener réplicas a lo largo de nuestra historia reciente. Desde el “Caminante no hay camino” de Antonio Machado hasta el “Un pequeño paso para el hombre…” de Neil Amstrong. Por lo que alguna verdad universal debe encerrar este mensaje que se ha recogido a través de los tiempos y de las diferentes culturas.
Pues bien, Pepe Ruiz inició hace diez años ese viaje de mil leguas. Dio el primer paso. Embarcó a mucha gente en este proyecto, entre los que afortunadamente me incluyo. Además no era un viaje a ninguna parte como muchos otros que, a nivel personal y profesional, todos alguna vez hemos iniciado. Como buen estratega que es, trazó desde ese primer paso un rumbo hacia lo que él llamaba, la universidad emprendedora, nuestro maná particular.
Me convenció con un discurso sencillo y coherente basado en la creación de valor compartido, en la cooperación institucional, en el diálogo permanente y en la creencia absoluta de que la Universidad debía ser eje necesario de cualquier desarrollo territorial. Todo ello aderezado de la honestidad con la que expresa sus ideas, con claridad, cara a cara y sin ninguna mala intención.
Diez años después de ese primer paso, Pepe Ruiz continuará ese viaje de mil leguas en su condición de emérito. No continuará en el ejercicio de sus funciones como Director de la Cátedra de Emprendedores, pero los que lo conocemos sabemos que en el fondo da igual… Seguirá dando pasos firmes, con su vitalidad y su energía que no sabemos de dónde saca, liderará otros proyectos y seguirá expresando sus ideas con su honestidad académica y profesional a todos aquellos que queramos escuchar su opinión.
En definitiva, Pepe Ruiz seguirá derrochando pasión y amor en cada paso. Y nosotros, su equipo de trabajo en la Cátedra de Emprendedores, continuaremos ese viaje. Porque como decía Platón, “Al contacto del amor todo el mundo se vuelve poeta”, y como muchos saben tenemos ese puntito de pasión e inconformismo que todo poeta necesita.
¡Seguimos!
Raúl Medina Tamayo
Técnico Cátedra de Emprendedores UCA
