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Venimos comentando precisamente esto, cuán importante es desarrollar proyectos innovadores en un buen caldo de cultivo. No es lo mismo, plantar semillas en el desierto que en un oasis. ¿La provincia Cádiz puede ser ese oasis? Miles de veces nos han dicho que si, y es el momento de dejarnos de palabras y de pasar a la acción.

¿A qué nos referimos? un Ecosistema Innovador y Emprendedor (EIE) comprende un conjunto de agentes y factores interdependientes que facilitan las iniciativas empresariales en un territorio determinado. El alineamiento, dinamismo y complementariedades de las personas y entidades que participan en el EIE son importantes para crear valor e iniciativas de alto potencial, que generan riqueza para todos. Por consiguiente, necesitamos un apropiado y dinámico marco que facilite la interrelación y cooperación en el EIE, y entre ecosistemas distintos. Es a partir de estas relaciones cómo se configura el EIE, conjugando diversas condiciones que favorecen la actividad emprendedora e innovadora.

Tradicionalmente, se habla del emprendedor/a como la persona o equipo que inicia una nueva aventura, sin tener en consideración el contexto de donde surge. Principalmente, a partir de 2015, se consolida y adquiere relevancia el concepto de ecosistema innovador y emprendedor para señalar la influencia que los factores externos tienen sobre la calidad, el éxito y crecimiento de las iniciativas emprendedoras.

¿Por qué? Desgajemos. El término «ecosistema» resalta que las iniciativas emprendedoras tienen lugar en una comunidad de agentes interdependientes. Más concretamente, los EIE facilitan o limitan las nuevas iniciativas. La segunda parte es «innovador y emprendedor» y se refiere al proceso en el que se exploran, evalúan y explotan las oportunidades de crear nuevos bienes y servicios. Formulado de manera general, incluye el proceso por el cual los individuos explotan las oportunidades de innovación, siendo una importante fuente de innovación, crecimiento de la productividad y del empleo (Foro Económico Mundial, 2013). 

Lo que el enfoque del EIE tiene en común con otros conceptos, como los clusters empresariales, los distritos industriales, o los sistemas de innovación, es el enfoque en el entorno externo. El enfoque EIE añade a estos conceptos el hecho de que las personas emprendedoras, sus capacidades y acceso a los recursos, más que las empresas, son el centro estratégico de atención. Es algo más micro.

Los ecosistemas emprendedores son complejos y multidimensionales, heterogéneos, no hay un solo modelo de éxito. A veces, muchas políticas públicas han intentado copiar otros ecosistemas de éxito para su zona geográfica. Sin embargo, la evidencia académica nos dice que los ecosistemas son heterogéneos, y que no se deben/pueden copiar. Y aún así….venga a nombrarlos, y venga viajes para llevar a Silicon Valley a cuatro chavales (que luego vuelven a su realidad).

Y claro que podemos aprender. Hay muchos ejemplos de distintas ciudades y zonas internacionales que están haciendo cosas muy chulas, que podemos ver si nos serían útiles. Por ejemplo, algunas han decidido un gran centro, un foco o base, que actúe como faro. En otras ciudades, con un pasado industrial y ahora en recesión, se está apostando por crear un futuro tecnológico. Otras ciudades, también de tamaño medio, se han decantado por las industrias creativas y tecnológicas, por supuesto, invirtiendo previamente en programas de educación. Otras están utilizando grandes empresas para que monten buenos programas de innovación abierta, creando incubadoras donde se desarrollan numerosos proyectos ¿No es esto una buena política de responsabilidad social corporativa? Algunas ciudades, con una fuerte y rica cultura, se han erigido como centros de conferencias, congresos, y foros para emprendedores…y muchos se quedan al ver su calidad de vida. Hay ciudades que también optan por establecer importantes beneficios fiscales, e incluso te asignan una persona del ayuntamiento para que te ayude en la realización rápida de todos los trámites. Ciudades que se decantan por sectores como la salud, como el big data, como la publicidad….cada una busca donde especializarse.

Si os paráis a pensar, ni siquiera estamos lejos de estos ejemplos, o nos costaría poco llegar a ellos. En este sentido ya hemos dado pasos importantes, por nombrar solo algunos, Cádiz abre el Centro de Transferencia Empresarial El Olivillo, Zona Base en los antiguos terrenos de Ibérica Aga, en el polígono TecnoBahía hay otro edificio proyectado por la Junta para ser el foco de las TIC gaditanas, o el centro de estudios del mar en el Llano Amarillo de Algeciras. Tenemos grandes empresas que pudieran servir de tractoras de programas de innovación. Tenemos una calidad de vida envidiable, cultura, formación, creatividad, investigación,…y lo que nos falte, pues lo hacemos ¿no?

Estos análisis están muy bien, para ver, para aprender, pero el auténtico desafío es reconocer los elementos diferentes que constituyen tu EIE, entender cómo son útiles, establecer sus métricas y posibles patrones de relaciones. En este proceso, claro que nos vamos a equivocar más de una vez, pero ¿no es peor no hacer? ¿Pasamos a la acción?

José M. Sánchez Vázquez, Director General 3E UCA