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El emprendimiento ha dejado de ser, desde hace años, solo para personas con recursos económicos  y muy conocedoras de los negocios. Ahora, cada vez más personas se atreven a poner en marcha sus ideas con pocos recursos y apoyándose de manera más significativa en la tecnología y las herramientas que esta ofrece para hacerlas realidad.
La edad para poner en marcha una empresa ya no es limitante, porque cada una de las etapas de nuestras vidas tiene sus pros y sus contras. Además, siempre y cuando logres reunir estas características de Gananci de los emprendedores exitosos, la edad y otros aspectos son algo que no tienen mayor importancia ya que son eclipsados por otros de mayor peso.
Como hemos comentado cada etapa de la vida cuenta con grandes ventajas y con otros elementos que podrían considerarse como desventajas, pero no tienen que serlo cuando centramos por completo nuestra energía en las cosas que tienen la capacidad de ayudarnos a seguir adelante.
No podemos esperar a ser perfectos para emprender o tomar nuevos retos, pues pueden pasar muchos años antes de que te des cuenta de que es imposible alcanzar la perfección, por lo que hay que tomar las herramientas con las que ya cuentas y pulirlas para utilizarlas a nuestro favor de la mejor manera posible. Así también haremos equilibrio contrarrestando esas áreas en las que podemos tener debilidades.
Si estás pensado comenzar tu propio negocio o ya estás dando los primeros pasos, ten en cuenta cuáles son algunos errores de los más comunes que cometemos al querer ponerlo en marcha:
1.- No realizar estudio de mercado: a veces solemos tener mucha energía e ímpetu, esa es una de las grandes ventajas de la corta edad. Lo que a veces dejamos de lado por esa energía desbordante, es lo de pensar un poco más allá antes de actuar. Es genial que se te ocurra una idea de negocio o que quieras responder ante alguna que te haya sido planteada.
Sin embargo, esto no quiere decir que debas empezar a trabajar 100% en ella sin pensar previamente en cosas importantes como lo es por ejemplo, el estudio de mercado. Si bien los negocios para triunfar necesitan de innovación y relevancia, también necesita de un público cuya necesidad pueda ser satisfecha con el producto o servicio que tú ofreces. Esto será vital porque si no tienes una buena base de clientes, lo más probable es que tu negocio no pueda mantenerse por mucho tiempo en el mercado.
2.- Emprender en un área que no conocen: es normal que en la juventud no se tengan demasiados conocimientos, esto no es algo que deba frenarte, pero para estos casos se requiere un socio que compense por esa área que tú no manejas.
Cuando se emprende, las personas que están sacando adelante esta idea no pueden simplemente concentrarse en una sola área. Se requieren que sean personas versátiles por lo que lo más probable es que debas investigar, informarte y nutrirte de la industria en donde estás fundamentando tu negocio.
Lo más recomendable es adentrarse en un mercado que se conozca profundamente..
3.- Obsesionarse con una sola idea:ser apasionados en las cosas que hacen es una cualidad completamente admirable, pero muchas veces esa pasión se convierte en terquedad y aquí es donde se crea el problema.
La obsesión y la terquedad no pueden estar en el vocabulario de un emprendedor exitoso, porque para que este pueda serlo se requiere de flexibilidad, lo que le ayudará a adaptarse ante las situaciones que puedan sobrevenir.
4.- Esperan tener un capital muy amplio para emprender: otro de los errores que muchos jóvenes cometen en es esperar a reunir una importante cantidad de dinero y recursos para poder invertirlos, ignorando que se pueden empezar sin de invertir tanto,ya que el proyecto puede seguir creciendo sobre la marcha.
5.- No conocen su propuesta de valor:esto es muy importante para poder presentar la idea ante inversores o socios. Puede que tengas una idea genial, innovadora y que puede ser muy útil, pero si no conoces cuáles son los elementos diferenciadores de la misma frente a otros casos que pueda haber previamente, te estarás saboteando a ti mismo.
6.- No tener equipo: trabajar por ti solo puede hacer que te desgastes y que tu proyecto vaya mucho más lento que si crearas un equipo de trabajo. 
Edith Gomez