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Por tercer año, la Cátedra de Emprendedores de la Universidad de Cádiz se ha sumado a la Semana Global del Emprendimiento. Entre las muchas actividades desarrolladas, se lanzó una nueva edición del Desafío de los 5 euros, una competición en la que se retaba a la comunidad universitaria y emprendedora de Cádiz a hacer dinero sin apenas recursos pero con mucha imaginación. Esta actividad ya se había realizado con anterioridad en la UCA y es original de la Universidad de Stanford. La competición se basa en los “tres 5”: crear un equipo de 5 personas como máximo, al que se le entregan 5 euros y que tienen 5 horas como máximo para multiplicar ese dinero a través de la innovación, el conocimiento, la tecnología, la cultura y la creatividad. Todo el dinero recaudado por los equipos participantes se entrega a la causa social que indiquen sus promotores.


A la convocatoria acudieron 9 proyectos de los cuáles uno abandonó nada más iniciarse la competición. Otros dos solicitaron la participación, se les dio los 5 euros pero no llegaron a realizar ninguna actividad. Es decir, 3 equipos abandonaron directamente, algo similar a lo que sucede en la realidad. Según las estadísticas de la Cátedra de Emprendedores, sólo se constituyen en empresas aproximadamente el 12% de los proyectos que son atendidos en su servicio de asesoramiento y tutorización. Muchas iniciativas emprendedoras se quedan solo en intenciones.

Pero sigamos analizando qué pasó con el experimento. Uno de los grupos decidió invertir los 5 euros en una página de apuestas deportivas, algo muy alejado del objetivo propuesto: desarrollar un proyecto emprendedor. Apostaron, lo confiaron todo a la suerte, ganaron la apuesta deportiva y consiguieron 45,50 euros. Un triunfo, sin sudar la camiseta, que solo lo consiguió un equipo. Lo mismo que en la vida real, son pocas las experiencias empresariales que consiguen algún éxito gracias a la suerte.

Otros equipos pasaron a la acción con más o menos aciertos. Una de las iniciativas formada por estudiantes de la Escuela Superior de Ingeniería organizó un desayuno andaluz con los 5 euros e intentaron vender su experimento alejado de lo que podría pensarse que son sus competencias y conocimientos técnicos. Consiguieron 12,00 euros con las tostadas y los donaron a la Fundación Girasol de Arcos de la Frontera.

Algo similar sucedió con la iniciativa de otro equipo de estudiantes también de la Escuela de Ingeniería. Organizaron la rifa de una cesta de navidad con la que consiguieron, una vez descontados los gastos, 55,55 euros que hicieron llegar al comedor “Virgen Poderosa” de Cádiz.

De estas dos iniciativas se puede obtener una moraleja recogida en el refrán “zapatero a tus zapatos”. Si estudias ingeniería no te metas a restaurador. Los emprendedores que no explotan sus conocimientos específicos y no se diferencian de otros no suelen ser los de mayor éxito.  

Otros equipos sí estuvieron más enfocados hacia sus capacidades específicas.  Así, sucedió con el equipo, con experiencia en formación de niños con altas capacidades, que trató de ofrecer a empresas colaboradoras publicidad a cambio de un donativo a entidades sociales, que consiguió recaudar 105 euros. En esta línea, las iniciativas con mayor éxito correspondieron a dos equipos que demostraron tener, aunque por separado, algunos de los ingredientes necesarios para triunfar: pasión y capacidades distintivas. 

Un equipo de estudiantes del Másterup (el master de creación de empresas de la UCA), formado por perfiles muy diversos, con capacidades complementarias (ingenieros, economistas, etc.), identificaron la oportunidad de explotar la idea de la semana Global del Emprendimiento, crearon una web a la medida y se fueron a visitar a distintas empresas de restauración instándolas a participar con ofertas especiales. Participaron en la iniciativa Nahu, Tetería El Oasis, El Indiegena, Voilà, El Aljibe y Mechanicpeople.com. En menos de tres horas lograron recaudar 115 euros que fueron a parar a Cruz Roja.

El otro equipo de, en su mayoría de alumnas del Master de Biomedicina de la UCA (en la foto de esta entrada), identificaron la oportunidad de la cercanía del día contra la violencia de género. Su pasión por defender los derechos de las mujeres les llevó a montar y desplegar un blog y un “photocall”. Lograron la participación de 300 personas, realizaron 158 fotografías y recaudaron 151,56 euros que donaron a la Asociación AMUVI contra la violencia de género.

En resumen, en cinco horas se demostró que se puede hacer dinero en Cádiz con el emprendimiento de los universitarios. El experimento logró 484,10 euros que se donaron a organizaciones sin ánimo de lucro. Pero más importante que el dinero ha sido las lecciones aprendidas: que se puede crear valor con pocos recursos y que emprender con éxito depende más de factores como: el entusiasmo (creer que es posible), la capacidad para implicar a otros en el reto (a compañeros universitarios o clientes con intereses comunes), el saber organizar un equipo con recursos complementarios, trabajar en red, buscar la complicidad de otros y ser tenaces. 

Jose, Marga, Julio, Pepe y Raúl

Equipo organizador del Desafío de los 5 euros UCA 2015
http://www.uca.es/emprendedores