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Imagen cedida por Edith Gómez
Si estás a punto de embarcarte en una aventura empresarial o lo acabas de hacer, es lógico que tu cabeza no pare de darles vuelta a ciertas cuestiones: ¿estaré haciéndolo bien? ¿Y si hubiera elegido otro camino? ¿Qué pasará si me equivoco? Es indudable que tenemos miedo a lo desconocido, sobre todo porque conlleva un riesgo económico y tenemos pánico a ser un fracasado.
Por eso, en este artículo voy a darte algunas claves para dar pasos firmes en tu negocio y mencionaré los errores más frecuentes que, desde mi punto de vista, cometen los emprendedores cuando deciden plasmar su negocio en el mundo online.


Actualmente, no se concibe tener una empresa que no tenga presencia en Internet. Pero, ¿qué ventajas tiene?, nos preguntaremos. Internet te da la opción de llegar a muchísima más gente, incluso aquella que se encuentra en la otra esquina del mundo. Por tanto, ¿para qué limitarte únicamente con una tienda física pudiendo tener presencia más allá de tus fronteras?
Hasta aquí todo parece fácil de entender, pero de la teoría a la práctica “hay un trecho”.

1. No dirigirte a un target específico
El primer paso para iniciar un negocio online es identificar a quién voy a satisfacer con mis servicios o productos, a quién les será útil y le aportará un valor especial.
El error que cometen la mayoría de emprendedores es pensar que todo lo que está en Internet es de utilidad para todos. Y no es así. Hay que identificar a nuestro cliente ideal, conocer sus necesidades y sus preocupaciones. Y una vez detectado esto, dirigirse a ellos con un mensaje personalizado. De esta forma, tu público objetivo quedará sorprendido por tu producto, porque te preocupas por él. 
2. No hablar de ti, ni ofrecer una información de contacto
La única forma de generar confianza a tu público es dándote a conocer. La gente decidirá dar el paso de comprar cuando confíen en ti y se sientan identificadas contigo.
Muchos cometen el fallo de querer vender, vender y vender. Quítate esto de la cabeza. Es importante llevar un registro de ventas y cumplir tus objetivos de ventas, pero no te obsesiones con los números. La fórmula para llegar a la gente es ayudarles a llevar una vida más fácil y hacerles sentir bien.
Crea una pestaña en tu web que hable sobre ti, sobre tu trayectoria profesional y plasma una foto de calidad que muestre el profesional que llevas dentro. Utiliza tu firma (con una foto y tu cargo) en cada email que envíes y en cada factura. Y no te olvides de incluir en tu web un formulario de contacto para que contacten contigo si no quieres hacer visible tu correo, o muestra tu correo con botones a tus redes sociales.
Por otro lado, antes he hecho referencia a que hay que ayudar a las personas. Una forma de hacerlo es ofreciéndoles contenidos de valor en un blog, a través de una newsletter, o imagina que eres una empresa de bricolaje, podrías crear un canal en Youtube con vídeos sobre recomendaciones y consejos.

3. No hacer un seguimiento de tus clientes
Uno de los principales errores que pueden llevar al fracaso de una empresa es la mala organización. Es imprescindible contar con una base de datos de clientes y llevar un seguimiento de todos ellos.
Por ejemplo, registra qué le has ofrecido a cada uno, cuántos han comprado un determinado producto, quién te ha dicho que no, quiénes están dispuestos a comprar de nuevo pero algo de mayor valor, a quienes les has ofrecido un cupón de descuento por ser cliente vip, etc.
Existen herramientas gratuitas para gestionar esta tarea, una de ellas es GetResponse.

4. No crear una reputación online
Cuando estás interesado en alguien, lo primero que hacemos es buscar en Google para saber más sobre él. Por tanto, debes intentar que aparezca la mayor información posible y de calidad para mostrar a tu potencial cliente que eres la solución a sus problemas y que eres un buen profesional.
Una buena práctica sería crear perfiles en las redes sociales que te interesen (Facebook, Twitter, Google + e Instagram). No debes estar en todas, analiza donde está tu cliente e intenta crear vínculos de conexión con él. Otra buena idea sería crear un blog para posicionarte como experto y así atraer visitas a tu página.

5. No hacer un seguimiento de tus ventas
Como en cualquier estrategia, hay que medir y hacer un seguimiento de esa evolución. Utiliza Google Analytics para ver las conversiones conseguidas, el número de visitantes que entra en la web, qué página abandona el cliente, cuánto tiempo leen un artículo, etc.
Esta herramienta, sin duda, te ayudará a mejorar tu estrategia y a solucionar los errores de los que, en muchos casos, no eras consciente.
 

Edith Gómez . Editora en Gananci, apasionada del marketing digital, especializada en comunicación online. Se niega a irse a la cama cada noche sin haber aprendido algo nuevo. Le inquietan las ideas de negocio y, más aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos.
@edigomben