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Una de las grandes pesadillas de los/as emprendedores/as que pasan por el servicio de atención a la persona emprendedora de la UCA es enfrentarse a su plan económico-financiero. Sin embargo hay que quitarle “hierro” al asunto.

Conocemos multitud de personas emprendedoras que se dedican a “rellenar” su plan económico-financiero pero ¿se trata realmente de eso? Aunque es cierto que a veces, un plan económico-financiero implica la realización de cálculos complejos, debes saber que existen multitud de herramientas y hojas de cálculo que pueden simplificar mucho el proceso de cálculo necesario para analizar la viabilidad económica y financiera de un proyecto empresarial. 

Por ello, el primer consejo que te podemos ofrecer es que realices el proceso de análisis comprendiendo qué es lo que estás haciendo.  El segundo consejo es que realices estos cálculos cuando tengas muy claro tu modelo de negocio y el resto de tu plan de negocio. Hay entidades que te aconsejan realizar estos cálculos desde el primer día. Cuidado! A mí me parece un gran error ya que, si no tienes las cosas claras, el plan económico-financiero irá cambiando conforme cambie tu modelo de negocio con la consiguiente pérdida de fuerzas y energía.
 

Pretendo escribir 4 entradas (en principio solo pensaba hacer 3 pero creo que no iba a poder desarrollar todas las cuestiones importantes) sobre esta cuestión para no hacer muy pesada la lectura:
– El análisis de viabilidad financiera.
– El análisis de viabilidad económica

– El análisis de tesorería.
– Herramientas para realizar el plan económico-financiero.

En la entrada de hoy me centraré en el desarrollo del análisis de viabilidad financiera.

¿Cómo realizar el análisis de viabilidad financiera?
Realizar el análisis de viabilidad financiera de una empresa es responder a la pregunta, ¿tenemos los recursos necesarios para poner en marcha nuestro proyecto empresarial? Para responder a esta pregunta tendrás que hacer dos cosas:

1. En primer lugar, un presupuesto de inversiones, es decir, enumerar todos los activos físicos (obras, equipos, maquinaria, etc…) e inmateriales (licencias, concesiones, etc…) que necesitas para poner en marcha tu proyecto empresarial. Tienes que diferenciar estas inversiones de los costes normales de tu actividad (seguros sociales, alquileres, costes de personal, etc…) que los analizaremos en el análisis de viabilidad económica.

Si has realizado bien tu plan de negocio, la relación de elementos de activo debe salir principalmente de tus planes de organización y operaciones (maquinaria y elementos de producción de productos y servicios, concesiones, licencias, existencias iniciales, etc…) y de tu plan de marketing (desarrollo de la marca, web, rótulación de locales, campaña publicitaria inicial, etc…).

Una vez hecha esta enumeración puedes dividir los activos en “Activos corrientes” (simplificando serían aquellos que permanecerán en la empresa un corto periodo de tiempo, por ejemplo las existencias) y “Activos no corrientes” (aquellos que, en principio, estarán durante un periodo de tiempo mayor (por ejemplo un equipo informático).



Suma ambas cantidades y tendrás la inversión inicial total. Esta cantidad representa los recursos iniciales necesarios para poner en marcha tu negocio pero, ¿dónde vas a sacar esos recursos? Esta cuestión se analizará en el plan de financiación.

2. El plan de financiación es aquel que nos indicará el origen de los fondos con los que adquiriremos la inversión inicial de tu proyecto empresarial. Es un proceso complejo y al que le tienes que prestar atención y tiempo ya que existen multitud de fuentes de financiación para tu proyecto empresarial y todas tienen sus ventajas e inconvenientes:

  • Aportaciones de los socios.
  • “3 F” (family, friends and fools). Básicamente, familia, amigos y contactos personales que nos presten recursos (en la mayoría de las ocasiones de manera informal). Aunque no sea parte del enfoque de esta entrada, algún día hablaremos más en profundidad sobre esta cuestión.
  • Business Angels. Son inversores que no solo aportan a tu proyecto fondos sino que pueden aportar experiencia en un sector o contactos.
  • Entidades financieras. Financiación tradicional a través de la banca.
  • Entidades de capital-riesgo. Son entidades que invierten en la empresa por un horizonte temporal.
  • Otras: Ayudas (ojo con ellas), crowdfunding, etc…
Siempre se lo comento a los emprendedores, cada fuente de financiación implica una serie de compromisos (analiza bien las ayudas, hay veces que te obligan a mantener la actividad durante cierto tiempo) y costes por lo que es necesario realizar un proceso de información y comparación de las diferentes fuentes.

¿Es mi proyecto viable financieramente?
Es el momento de responder a la pregunta inicial ¿Tengo los recursos necesarios para poner en marcha mi proyecto empresarial? Es evidente que:


Aunque lo veremos más adelante, el plan de tesorería volverá a replantearnos esta pregunta, pero eso es algo que veremos más adelante. Próximamente colgaré el enlace de las siguientes entradas aquí.

Recuerda que, si comprendes muy bien qué estás haciendo y por qué lo estás haciendo, la pesadilla se convertirá en un reto.

—> Pasa a la segunda entrada de la serie

Julio Segundo Gallardo
Coordinador técnico en la Cátedra de Emprendedores de la Universidad de Cádiz
https://es.linkedin.com/in/juliosegundo